viernes, 15 de abril de 2011


Los diabólicos judíos y sus innovaciones para salvar vidas


David Horovitz desde la mente de los palestinos



David Horovitz
Jpost.com
10/04/2011

















¿Cúpula de Hierro? No pensábamos que fuera a funcionar.

¿Puede sacar a nuestros cohetes del cielo? Imposible.
Sacaron hasta los últimos padres, madres y niños, fuera de la Franja de Gaza, donde podíamos llegar a ellos fácilmente. También sacaron su ejército.
Hasta el último tanque, hasta el último soldado. Al único que tenemos aquí ahora es Gilad Shalit.
Algunos de ellos pensaron que ésto podría saciar nuestras ambiciones. Idiotas. Pensaron que la "comunidad internacional" nos haría ver el infierno, si continuábamos tratando de matarlos. Tontos. Por supuesto que no íbamos a detenernos, y por supuesto que nadie iba a detenernos. No pararemos hasta que los hayamos aterrorizado hasta que se vayan de Palestina. Y no es que estemos haciendo ningún secreto de eso; todo está ahí, en nuestra carta.
Sin embargo, el cielo nos ayude, no ceden fácilmente. Y realmente valoran la vida.
¡Incluso la de nuestro pueblo!.

Nos aseguramos que nuestros combatientes estén rodeados de mujeres y niños antes de abrir fuego. Nos aseguramos de que nuestros combatientes sean indistinguibles de la población civil, no llevamos uniformes. Y aún así los judíos insisten en contenerse en responder al fuego, hasta que puedan estar razonablemente seguros de que sólo van a matar a nuestros hombres. Increíble: Hacemos todo lo posible para que nuestra gente común muera, y ellos hacen todo lo posible para no matarlos. ¿Qué clase de mundo patas arriba es éste?

¿Cómo saben, siquiera, quiénes son nuestros combatientes? ¡Piensen en los recursos que están gastando para asegurarse de no matar a la gente equivocada! Gracias a Dios, el resto del mundo es demasiado bobo o demasiado estrecho de miras, para internalizar lo que está pasando; gracias, válgame Dios, todavía no se han dado cuenta de que estamos poniendo, deliberadamente, a nuestra gente en peligro y esos judíos están haciendo su mejor esfuerzo para no hacerles daño.

¿Y en lo que respecta a sus vidas? Como dije, cada vez es más difícil matarlos. Tienen sistemas de alerta temprana, alarmas, refugios antiaéreos, habitaciones seguras, cubos de protección de hormigón y fantásticos, heroicos servicios médicos. Imagínense, si adoptáramos este tipo de medidas, no tendríamos a nadie de nuestro pueblo muerto, y entonces ¿dónde estaríamos?

Ahora que lo pienso, si sólo dejáramos de disparar contra ellos, no tendríamos necesidad de adoptar ninguna de estas medidas. No es como si ellos dispararan primero. Pero si dejáramos de disparar. ¿Cómo podríamos quejarnos ante el mundo acerca de esos despiadados enemigos sionistas? ¿Cómo podríamos mantener a la ONU y al resto de esos imbéciles de nuestro lado? ¿Cómo podríamos mantener al rojo vivo, en nuestro pueblo, el odio al judío? ¿Cómo podríamos servir a nuestra noble y sangrienta causa?
Pero, malditos sean, ellos y sus inteligentes innovaciones, no nos han detenido con las alarmas y los refugios. Ahora se inventaron este artilugio "Cúpula de Hierro".

Pensábamos que ni en un millón de años iba a funcionar. ¿Van a lanzar cohetes contra nuestros cohetes y sacarlos fuera del cielo?

Sí, claro. Esto no es Xbox o PlayStation. La última vez que miré, había un cielo bastante amplio ahí.
Pero… ¡Bendita sea mi alma! ¡Lo han logrado!. Diez de nuestros cohetes explotaron en el aire, sólo en los últimos dos días. Repugnante. Estábamos seguros de que tendríamos alguna carne muerta por esas salvas.
Quiero decir, ni siquiera se supone que funciona correctamente aún; está todavía en la fase experimental, los medios de comunicación israelíes se reían de sus desarrolladores, estaban seguros de que sería inútil.
A veces, lo juro, empiezo a preguntarme si Dios está de su lado. Loco, ¿eh? No sé lo que está pasando dentro de mí. Pero miren la evidencia: Este fin de semana tuvimos un Grad que aterrizó cerca del edificio de la administración de un kibutz. Tuvimos uno al lado de una escuela en Ofakim. Ni una sola víctima mortal. Unos minutos antes, el jueves, podríamos haberle dado a un autobús lleno de escolares, cerca del Kibbutz Sa'ad. Pero no, se bajaron justo antes de que le diéramos a ese fácil blanco de color amarillo brillante, y todo lo que logramos fue un adolescente y el conductor.

¿Qué? ¿Qué es lo que dices? ¿Dejar las armas? ¿Internalizar la santidad de la vida humana?
Eso es charla ridícula. Seguidamente me dirás que hagamos las paces con ellos. Que reconozcamos que tienen derecho a vivir aquí. Que construyamos un estado al lado del suyo. Que le demos a nuestro pueblo un futuro mejor. Que dirijamos nuestra atención lejos de la guerra, de la violencia, de la muerte y del matar, hacia algo productivo.

Nunca, te lo digo. Nunca.

http://www.jpost.com/NationalNews/Article.aspx?id=215881
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org



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